Se asocia, sobre todo, verduras y frutas como la naranja, y es vital para nuestro organismo. La función de la vitamina C no es una, sino muchas y, además, muy estratégicas para nuestra salud.
El ácido ascórbico, como también se conoce a la vitamina C, es un antioxidante que nuestro cuerpo no puede producir por sí mismo de forma natural. Lo obtenemos principalmente de las frutas y verduras, aunque también puede estar presente en otros alimentos.
Principales funciones de la vitamina C
- Actúa como antioxidante. Protege a nuestro cuerpo frente a los radicales libres, los contaminantes y las toxinas.
- Participa en la síntesis de colágeno. Esta es una de las funciones de la vitamina C que actúa a más niveles, ya que esta sustancia está en la piel, los huesos, los vasos sanguíneos, los tendones… El ácido ascórbico interviene en su estructura y en la cicatrización de heridas.
- Contribuye a un normal funcionamiento fisiológico. De hecho, tiene una participación directa en la síntesis y el metabolismo del ácido fólico. También se vincula a la absorción del hierro en el intestino y la prevención de anemia.
- Está involucrado en las reacciones neurológicas. Promueve la síntesis de algunos neurotransmisores, encargados de que nuestras neuronas se comuniquen. Además, incentiva el crecimiento de células nerviosas y se han demostrado efectos positivos sobre la memoria y el aprendizaje.
- Colabora en el mantenimiento de las mucosas. Por eso resulta muy recomendable su aporte extra cuando estamos resfriados o con dolor de garganta.
- Ayuda a la formación de energía. La vitamina C estimula la síntesis de carnitina, un aminoácido que transporta los ácidos grasos al interior de las células y los transforma en energía.
- Mantiene en buen estado el sistema inmune. Es la función de la vitamina C más conocida, en especial frente a infecciones respiratorias como resfriados y gripe.
- Evita la aparición del escorbuto, asociada a un déficit de vitamina C. Esta enfermedad era común en marineros, debido a la falta de frutas y verduras durante las largas travesías en mar.
Pese a que hoy el escorbuto es una enfermedad poco frecuente, hay estudios que indican que en torno al 50 % de la población no toma la cantidad adecuada de vitamina C.
Es necesario precisar que en función de la edad y del sexo el aporte es ligeramente distinto. Por ejemplo, se ha detectado que las personas fumadoras necesitan mayor cantidad.
Si no tomas suficientes frutas y verduras, podrías necesitar un complemento alimenticio de vitamina C. Gracias a él puedes obtener el aporte necesario para tu día a día en una única toma.
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